Factores de Riesgos
La neumonía puede aparecer
después de una intervención quirúrgica, especialmente si es abdominal, o de un
traumatismo, sobre todo después de una lesión del tórax, dado que a causa del
dolor que aparece en tales circunstancias a la persona le resulta más difícil
respirar con profundidad y toser. Si el
sujeto no respira profundamente y tose, los microorganismos tienen más
probabilidades de permanecer en los pulmones y causar infección. Otras personas que no respiran con profundidad
y tosen frecuentemente son las personas debilitadas, postradas en la cama,
paralizadas, o inconscientes. Estas personas también están en riesgo de
neumonía.
Resulta muy importante
evaluar si la neumonía se produce en una persona sana, o si esta se da en
alguien con un sistema inmunitario deficiente. La persona con un sistema
inmunitario debilitado es mucho más propensa a contraer neumonía, incluso la
neumonía causada por bacterias y virus poco habituales, e incluso por hongos o
parásitos. Además, una persona cuyo
sistema inmunitario está debilitado probablemente no responderá tan bien al
tratamiento como otra cuyo sistema inmunitario funcione correctamente. Los sujetos que pueden tener un sistema
inmunitario deteriorado son aquellos que:
·
Usan ciertos fármacos (como los corticoesteroides o los quimioterápicos)
·
Los que padecen ciertas enfermedades, como el sida o varios tipos de
cáncer
·
Los que poseen un sistema inmunológico poco desarrollado, como es el
caso de los recién nacidos y los niños pequeños
·
Los que tienen un sistema inmunitario debilitado por enfermedades
graves, como sucede a menudo en los ancianos
Otras circunstancias
predisponen a la neumonía, tales como el alcoholismo, el tabaquismo, la
diabetes, la insuficiencia cardíaca y la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica, dado que dichas circunstancias debilitan los mecanismos de defensa de
los pulmones o el sistema inmunitario.
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